lunes, 8 de marzo de 2010

De mapas, nombres, pollos, viajes y otras pijadas...

Aunque últimamente no tengo ocasión de viajar mucho, me gusta coger un mapa al azar y descubrir nombres de ciudades y pueblos que estimulen mi imaginación. Confieso que nunca se me habría ocurrido buscar cómo ir de Repente a Kagar... pero sí que me quedo extasiada durante meses ante algún nombre como Santa Chindasvinta de los Jinetes del Alba o Torrezuela de las Monjas Aguerridas para, posteriormente, descubrir que estos mágicos retazos de la imaginación, a los cuales me he desplazado ex-profeso recorriendo centenares de leguas, no son más que poblachos inmundos con alguna casa de adobe desmoronándose, perdidos en el medio de la nada de la estepa castellanomanchega.




Bromas aparte, la primavera ya me está haciendo cosquillas y qué mejor que coger el toncomóvil y conducir sin rumbo en busca de lugares que evoquen sofisticación y glamour; lugares rodeados de plumas y cacareos; lugares cuyos sufridos habitantes no ven el momento de cambiar el nombre de su pueblo para evitar gentilicios tan castigadores como pollinos? pollenses? pollosanos? pollinenses ??? Y las mujeres de lugar: ¿qué decir de las abnegadas poll...?



Vale, vale, ya lo sé, mejor me relajo, me callo y sigo aquí, a lo mío, hibernando frente a un mapa.

Qué triste destino el de la viajera virtual...

4 comentarios:

Señorita Puri dijo...

En el pueblo de pollos o te montan broncas cada rato o te lanzon escupitajos, una de dos.

Lei dijo...

yo estube alli.. y me saque una foto con el cartelito, al dar la vuelta en coche nos paro la guardia civil y nos hizo controlde armas y estupefacientes hehe

Restituto dijo...

Un besazo, guapa!

Señorito Trixie dijo...

Me recuerdan esas poblaciones llamadas Villaviciosa... ¡qué gentilicios!