Dícese en Argentina del funcionario encargado de rematar a los heridos, fundamentalmente en accidentes de tráfico, pero no necesariamente limitado a estos.
El cargo se consigue por oposición. Se valoran la saña y la brutalidad. Abstenerse blandengues y emotivos.
3 comentarios:
jajaja, esta debe ser la panacea del sadomasoquista... lamela y rematame perro ¡¡¡ ajajjaja¡¡
Un saludo para rodolfo!!!
Entre lo de penetrator y lo de rematador cada día me pregunto, qué hago yo trabajando en una maldita oficina?
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