martes, 27 de mayo de 2008

HOGAR, DULCE HOGAR






Qué placer llegar a casa y sentarme en mi sillón tapizado favorito frente a la chimenea, mientras mi dulce esposa, atenta a todas mis necesidades, me calza con dulzura las zapatillas de piel.

Dejémonos de reivindicaciones feministas que llevarán la familia tradicional al más absoluto desastre y luchemos por mantener el buen gusto y ese toque chic en el hogar que solo pueden dar un cojín de ganchillo y una confortable a la vez que elegante y discreta vacalfombra.






Esta postal enviada por Carmen G. ha sido elegida a dedo la más freaky del año 2007

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enséñanos esa vacalfombra, colmo del buen gusto e imprescindible en cualquier casa elegante. ¡Tú sí que sabes, Ignatia!

Anónimo dijo...

Si es que esa chica vale mucho.

Siempre lo he sabido........