A un blog freaky no le puede faltar una sección dedicada a la Muerte y el Masallá, así que en la línea de mi anterior artículo sobre el Cementerio Moro de Luarca, os voy a hablar sobre los cementerios mayas y en concreto sobre el Cementerio de San Juan Chamula, una comunidad indígena de Tzotziles en la proximidad de San Cristóbal de las Casas (Chiapas, México).
Esta comunidad es sobre todo conocida por su iglesia, donde se celebran rituales de curación de los que os hablaré otro día. Pero también llama la atención su extenso y particular cementerio que rodea las ruinas de la Iglesia de San Sebastián.
No hay lápidas. Las tumbas son sencillos túmulos de tierra, pero perfectamente cuidados y cubiertos con agujas de pino, hojas y flores silvestres. Por las cruces se podría asemejar vagamente a un cementerio cristiano, pero no nos equivoquemos. Las cruces que vemos son CRUCES MAYAS, que existían antes de que los españoles pusiéramos pie en aquellas tierras y que llevaron a confusión a los misioneros pues pensaban que la labor cristianizadora estaba ya medio hecha. Si os fijáis, los brazos acaban en tres círculos redondos y los brazos están decorados.
Esta comunidad es sobre todo conocida por su iglesia, donde se celebran rituales de curación de los que os hablaré otro día. Pero también llama la atención su extenso y particular cementerio que rodea las ruinas de la Iglesia de San Sebastián.
No hay lápidas. Las tumbas son sencillos túmulos de tierra, pero perfectamente cuidados y cubiertos con agujas de pino, hojas y flores silvestres. Por las cruces se podría asemejar vagamente a un cementerio cristiano, pero no nos equivoquemos. Las cruces que vemos son CRUCES MAYAS, que existían antes de que los españoles pusiéramos pie en aquellas tierras y que llevaron a confusión a los misioneros pues pensaban que la labor cristianizadora estaba ya medio hecha. Si os fijáis, los brazos acaban en tres círculos redondos y los brazos están decorados.
Hay cruces de diversos colores (verde y azul para los adultos, negro para los ancianos - mayores de 52 años - y blanco para los niños) y en ellas está pintado el nombre del fallecido y una única fecha (la del fallecimiento), inicio de su viaje al Inframundo.
Los indígenas mayas creían y siguen creyendo que al morir se inicia el viaje al Mundo de los Muertos de donde se regresará de nuevo a la vida. Así que para ellos la muerte no es una tragedia sino una continuidad de su existencia: el momento de la despedida de un ciclo para continuar su recorrido.
Es por eso que al muerto le llenan los bolsillos de monedas (los mayas usaban el jade, que era lo más valioso que poseían) y le proporcionan un bolso con comida y bebida para el viaje (también lo hacían los mayas). El detalle original lo ponen la aguja e hilo que incluyen en el pack de viaje por si durante el largo trayecto tienen que remendar la ropa antes de regresar de nuevo a la vida (por el este, como el sol).
Si algún día os decidís a visitar este característico lugar, os recomiendo los servicios de Mercedes Tour y de Alberto Medina, un fantástico guía. Podéis contactar con ellos en: albertomedina40@hotmail.com
Los indígenas mayas creían y siguen creyendo que al morir se inicia el viaje al Mundo de los Muertos de donde se regresará de nuevo a la vida. Así que para ellos la muerte no es una tragedia sino una continuidad de su existencia: el momento de la despedida de un ciclo para continuar su recorrido.
Es por eso que al muerto le llenan los bolsillos de monedas (los mayas usaban el jade, que era lo más valioso que poseían) y le proporcionan un bolso con comida y bebida para el viaje (también lo hacían los mayas). El detalle original lo ponen la aguja e hilo que incluyen en el pack de viaje por si durante el largo trayecto tienen que remendar la ropa antes de regresar de nuevo a la vida (por el este, como el sol).
Si algún día os decidís a visitar este característico lugar, os recomiendo los servicios de Mercedes Tour y de Alberto Medina, un fantástico guía. Podéis contactar con ellos en: albertomedina40@hotmail.com
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