En un lugar de Asturias de cuyo nombre no me quiero acordar, existe un cementerio que literalmente te pone los pelos de punta.
Los parasicólogos de todo el mundo acuden a este lugar para percibir las vibraciones ultraterrenales...
Los fuegos fatuos se suceden y nadie es capaz de descubrir el porqué...
Los entierros se demoran porque rayos y centellas se ceban con los ataúdes en caso de tormenta...
Se nota una carga especial de electricidad en el ambiente…
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